sábado, 28 de agosto de 2010

35º hacia el norte

7 pm. Hacia 35 grados de calor. Puto pronostico. Casi nunca se equivocan. Habia 9 jugadores en el campo de juego. Obviamente faltaba uno y todas las miradas apuntaban hacia ese flaco de pelo largo y gafas negras que yacia en las gradas fumando tabaco armado, sumido en sus pensamientos, muy lejos de relacionarse con el ambito deportivo. "Camisa, vamo´ entra vo´" dice Lea ( amigo-hermano yorugua-gotemburgues que Citibank introdujo en mi vida de manera satisfactoria). Ok, entro. Al arco, obvio. ¿ Que pretende usted de mi, canalla!". No hubo situaciones de gol hasta que Maco (quien se suponia que deberia jugar) se hizo presente en el predio futbolistico que yacia en la calle Diputació 17-19 de la ciudad de Barcelona. Ok. Gradas. Cigarro, y buen futbol.
Al regreso al hogar veo en facebook que Marce-rock anuncia que Tokio Sex Destruction tocarian a 3 cuadras de mi casa. Hecho. Una Xibeca personal y algunas latas me acompañan hacia el McDonalds de Sants donde de camino me encuentro con una sobria Sami. Sin sospecharlo, descubro que hay una increible bajada para bajar en tabla alguna otra noche con menos alcohol y gente a mi alrededor. No habían pasado 10 minutos de nuestra llegada al recinto cuando Alex Yeste llama a mi movil. Amor. Nuevo Orden De La Libertad. La gente se va. Algunos solos, otros acompañados. Yo me quedo. Cerca de la valla encuentro a mi segunda novia ever. Abrazo made in Berisso. Pocas personas me conocen como ella. Hablamos. Parecia la misma chica que habia conocido 10 años antes en un aula de universidad amandola en secreto. Sus amigas me miran con desconfianza. Lógico. Vaya a saber las historias que habrán escuchado sobre mi. Probablemente todas ciertas. Me despido. Vuelvo a casa. Un tipo me para y me habla de mis tatuajes de Star Wars. "Africano es como me llaman". "Camisa digo yo". Me da unos tragos de Jack Daniels. Tabaco. My moves are slow. Mensaje offline. Poco pasó para escuchar la voz de Laura Etcheverry del otro lado del telefono. Seattle, Barcelona. A veces las distancias no son nada decia Guille Mármol. Hablamos un rato sobre la posibilidad de casarnos y triunfar juntos en esta vida. Cuando estaba a punto de subir estas lineas en la red mi telefono suena. Me dirijo a Plaza del Centre. 5 am. Vienen birras frias en camino. Dios mio. ¿ Alguna vez esto será perdecible?. No lo creo.

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