La gente esta muy loca.

Un hombre caminaba y hablaba. Hablaba y caminaba solo. Era bajito, calvo y con barba. Paso caminando rápidamente esquivando peatones y lo que es aun mas difícil, los pequeños peatones. Aquí todo el mundo es pequeño. O al menos mas bajo que yo en un 80%. La locura se apoderaba de más y más individuos y nada podría hacerse para detener la vorágine.

Anniversary

Recuerdo muy bien ese primer aniversario. Arribamos (lease The Unnecessary Girl´s DJ´s o Maxi Segovia y Camisa) a la sala 2 del Razz a eso de las 8pm para una prueba de sonido. En ese momento éramos los únicos que pinchábamos vinilos casi toda la sesión. Apenas llegamos, Mauro nos lleva hacia los camerinos, donde nos esperaban neveras llenas de cerveza. Comenzamos a beber y a pinchar LAMF para nosotros. La sala vacía y en pocas horas estaría sold out. Esa noche fue redonda. Una imagen imborrable en mi mente fue la de verme vomitando en un cubo de agua vacio, ubicado estratégicamente en el escenario, el cual era llenado de bocanadas de vomito entre vinilo y vinilo. Real punk rock. Todos éramos amigos (por supuesto, que mejor estrategia que poner de Dj´s a cuatro relaciones publicas). No había jugadores de fútbol infiltrados, el consumo de droga era mínimo y la gente tenía los pies sobre la tierra. Después de nosotros y Fanny & Mandelbaum hubo un show de minas en bolas y luego pincharían Los Intocables. Recuerdo que esa noche un viejo que había venido de Vans y nos felicito por nuestra pinchada “old school”. Claro, nadie pinchaba Black Flag y Descendents sin pretenciones para grandes masas de gente, y menos de vinilos, y menos en España. De esa noche también recuerdo haber tenido sexo en el backstage de la sala 2 con una ex bailarina unos 15 años mayor que yo.

Loyalty.

Hoy presentaban un disco nuevo Os Ovni. Seria mezquino de mi parte minimizar mis anécdotas múltiples con los hermanos Segovia. Hoy han demostrado que “pueden”. Con talento se puede. Aquí y en cualquier lugar el mundo. Movidas. Movidas todo el tiempo profanaba un jefe de pequeña estatura, pero con una gran influencia destacable en La Brigada detrás de un lente.
Hoy me he vivido mucho. Hacia meses que no salía de forma conciente en la ciudad Condal. Los resortes fuertes me sostienen. Yo pertenezco a la tierra.

Welcome to the jungle

Ya no se trataba de personas. Se trataban de envases con carne en los cuales su contenido era lo que menos importaba. Una buena combinación de colores (por lo general claros, blancos o de tonalidad suave). La etiqueta indicaba el país de origen que por lo general era del norte . Unas formas que acordaban a los que las revistas y la mass media llamaban “estéticamente correctas” también eran suficientes. Aquí no se valoraba el talento, las buenas intenciones o la inteligencia. Aquí no se respetaba a nada ni a nadie. No había a quien rendirle cuentas. La cosa era mucho más simple. El secreto del éxito de unos pocos era muy simple: una falsa amistad basada en tickets de bebida, sexo promiscuo y bolsitas con polvo blanco eran suficientes para que estas ilusas campesinas del norte europeo cayeran en la trampa llamada “Barcelona”.