martes, 22 de febrero de 2011

Sun-day

Tercer dia de la quizas decimotercera travesia en escandinavia. Despierto en un sillon de los 60. Todo es de los 60s. Lamparas, alfombras, y por supuesto, discos.
Matteo ameniza con psych italiano y descubro que ya poco tabaco me queda. "Es un buen momento para dejar de fumar". Escuchamos HPLE. Suenan tambores uruguayos en Göteborg.
Tras acordar mi encuentro con J. salgo a la itemperie. Todo es blanco. Nieve encandilante. Blues. Järntorget. J. esperaba con la mirada tranquila que lo caracteriza. Rapidamente nos dirigimos a lo de Linn, quien nos habia invitado a una pequeña reunion en su casa con motivo de su cumpleaños. Llegamos. La ambientacion es optima y la musica y todo tambien. Bebidas. Escucho canciones que siempre he escuchado. El alcohol iria invadiendo a todos nosotros.
El vino casi se habia acabado. Los 7 u 8 que estabamos ahi, algunos mas borrachos, otros menos nos apresuramos a subirnos a un tranvia nevado que pasaría a la hora exacta que debería pasar.
Järntorget de nuevo. Caminamos unos metros para que la musica de Steget llegue. Muchas cosas pasaron esa noche. Un amigo me confesó que en un viaje a Amsterdam había chupado el pene de otro hombre, una chica intentaria irse conmigo sin mucho exito, aunque otra si lo conseguiria. J. me llamaria una vez mas "ladri-llo".

miércoles, 16 de febrero de 2011

14 ninjas

Harry habia abandonado La Brigada. Su fantasma ya estaba erradicado. La Brigada habia enfrentado a 14 ninjas en 1 semana. Emilio y Guillermo poco entendian. Fumaban sin parar. Escuchaban discos redondos y negros.

martes, 15 de febrero de 2011

Lunes

Lunes. Bajo el lema “Guacho trae minas” me fui a dormir. 5.50 de la madrugada: suena mi teléfono. Una voz femenina me dice en ingles “hey Camisa, estoy aquí abajo con tu primo”. Hacia apenas unas horas habíamos barajado la posibilidad de anunciarnos como primos, tal como los pibes hacían con la crew de OverIt. Abro con el portero eléctrico sin entender mucho. Me meto dentro de mis jeans. En minutos el Guacho irrumpe en el living de la Brigada. 5 minas. Parece que el “Guacho, trae minas” se lo había tomado demasiado en serio. 2 contra 5. The Doors sonaba bajo la púa del tocadiscos.

lunes, 14 de febrero de 2011

Arañas

Luego de levantarme con un fuerte dolor de cabeza, escuchar música psicodélica brasilera y fumar unos cuantos tabacos negros, salimos de la cueva con Matteo y nos dirigimos hacia la intemperie cubierta de agua en estado semisólido. Mi amigo iria a probar sonido y yo a encontrarme con J. Fuimos a comer casi de inmediato. Hagabion. Tofu. Luego birras. La segunda calle larga. Una vez más en un bar encontraría al amor de mi vida. Llevaba un tatuaje de Black Flag y casi podía reflejarme en sus ojos azules. Hablaría con ella algunos minutos, para luego separarnos unos cuantos miles de kilómetros para volver a encontrarnos quien sabe cuando. Alcohol. Nieve. Intentaría no beber demasiado ya que Spiders tocaría esa noche. Mi intención: recordar su actuación. El concierto fue impecable, estupendo. Luego de eso poco logro recordar. J. me diría al otro día que fuimos a 3 sitios, entre ellos el barco donde había pinchado el día anterior. No tengo registro del regreso a casa de mi amigo.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Miercoles 7AM.

“Se armo bardo Camisa”. Me despierto. 7 AM. “Me cague a palo, se armo bardo”. Entra el Guacho en cuero a mi habitación. Enfoco en la lengua de los Rolling Stones. Me siento. Emilio camina inquieto, me dice “guacho…me cague a palo, lo voy a matar, mira, me cague a palo, mira”. Me señala un apenas raspón en su perilla. “Me estaba llevando una yanqui espectacular, era como Pamela Andersson pero morocha, y de repente un skater rubio me pega una trompada y me tira al suelo, en la esquina del Apolo, en medio de todos los pakistaníes que te venden samossa a esa hora”. El guacho caminaba, se sentaba, se paraba. Yo mientras lo escuchaba atentamente y al mismo tiempo buscaba tabaco. “Me paro e intento recuperar a la mina yanqui hermosa, y de repente me pega otra pum! Y me tira al suelo y esta vez me tira la zapatilla en el medio de la calle. Me levanto, voy a buscar la zapatilla, me la pongo y voy directo al loco y le digo: - eh! Skater puto, yo soy biker y vos sos un skater puto.” El relato narrado era acompañado ante mí de las representaciones casi físicas de lo ocurrido. El joven bmx continua: “-Skater puto, le sigo diciendo y le pego una trompada en el pecho. Ahí se tira para atrás y a los 5 amigos que estaban con el los empecé a bajar de a uno. Pum! Uno Pum! Otro. Creo que rompí un par de narices. El skater había desaparecido. Yo estaba re caliente. No sabia que hacer. En una m empiezo a agarrar una catalana. Tenía una teta afuera. Tenía un lomo de gato. Yo caminaba junto a ella mientras nos besábamos y le tocaba el culo. La mina estaba muy en pedo, casi se caía. La dejo en la puerta de su casa. Me como unas Pringles y una botella de Coca-Cola”. Mas tarde entendería que esa bebida cola de formula desconocida había sido también de utilidad para bajar los diez whiskys que se había tomado, las diez o quince minas que me había besado , las dos trompadas que había recibido, y ese culo que había tocado. Es necesario agregar que después de esta pequeña ingesta, mi amigo se dedico durante mas de una hora a “buscar” por la calle a este skater rubio que había aplicado violencia hacia el. Insistí en que tome unos paracetamoles. No me hizo caso.


lunes, 7 de febrero de 2011

Gato Negro

Leandro (a.k.a. Uru) fue quien me paso a buscar por la puerta de mi jornada laboral de unas 5 horas. Nos alimentamos a base de comida israelí, para luego dirigirnos hacia Piscis Bar, donde desde hace algunos meses me toca musicalizar semanalmente una noche para los extraños personajes que deambulan por dicho sitio. Tres noches antes la comida hindu bajo una nevada ciudad Las luces me confundían, aunque también la mirada de esos locos que jamás serian descubiertos por nadie, salvo yo y unos pocos. Doble Malta para comenzar. Las luces cambiaban de color literalmente. Una estatua con un pene dibujado en la cara me miraba sin parar. Sonidos tropicales amenizaban la noche. Varias personas, entre ellos Tommy, “A” una amiga de Suecia visitando la Brigada, el cordobés mas degenerado de la historia, y algunos otros, pasarían a representarse en cuerpo y alma por Fear And Loathing in Barcelona, para luego, ya enajenados dirigirnos algunos sobrevivientes hacia un conocido una pista de baile bajo tierra. Muchas fueron las lecturas que pude rescatar, si bien el grado de alcohol en sangre era alto. Dormí unas pocas horas para tomar metro,para tomar un autobús, para tomar un avión, para tomar otro autobús y tomar un tranvía con mucha, pero mucha nieve alrededor, que me llevaría al lugar donde aguardaba Staffan y Rikard despierto desde hacia 3 días. Una pizza vegan por cuarenta coronas suecas y dos cervezas su sumaron a estos primeros 30 minutos en un país mucho mas al norte del cual venia y en donde Pappo´s Blues era moneda corriente. “Gato negro, Gato negro” repetía Staffan. Rikard me preguntaba me hablaba sobre la muerte de Pappo. No se como, pero sabían todo. Salimos de ahí, encendimos una vela y caminamos hacia el barco en el cual debería pasar vinilos y cds por unas 5 horas ininterrumpidas y a menos de veinticuatro horas de esa bizarra noche en el Raval. Lo que restaba de la noche se podria resumir en: J. “Ladri” acaparando, Susana Young completamente hermosa bailando, y Matteo y yo regresando a casa y descubriendo al despertar que había unos 2 litros de orina en el cajón de los cubiertos donde creí ver flotar algún que otro tenedor.