Puaj

Habia comenzado un jueves psicodelico. A veces llego a pensar que las semanas empiezan los jueves. En verdad, ya no importaba nada. Una femina 11 años menor que yo me ayudaria a terminar un dia y comenzar otro. . El viernes un concierto de musica experimental tan experimental que ni entre. Litros de Cerveza provocarion en mis ojos derramamientos de sangre al dia siguiente intentando vomitar lo invomitable. Sabado reposo. El domingo surgiria una pinchada imprevista en la 2. La musica invadia. En mi cuerpo yacian toxinas que hacia decadas que no ingeria. Bolivia. Paraguay. A veces pienso seriamente en ir a bailar salsa o cumbia.

Boss Bday

Domingo. Una joven habia olvidado una vez mas una de sus pertenencias en mi recamara. Esta vez, un collar. Ok, sobre las 1400 horas llegaria Wendy a la Brigada, proveniente de Rotterdam.
El dia estaba planificado: hamburguesas y cosas vegan en la terraza del Boss. Era su cumpleaños numero 37. 37 años viviendo por la anecdota. La ingesta de comida, bebida y cannabis fue apoteosica. Camilla Larsson hablaba en sueco y ninguno de los oyentes lograba comprenderla, ya que nadie hablaba sueco. Sesiones de fotos. Una suiza que cayo mas tarde. Rodrigues. Delicia. Sangria. Lluvia.

Con B de Brigada.

Era jueves. Guillermo y Emilio abandonan la Brigada en vehiculos de dos ruedas. Cada brigadista se dirigia a trabajar. Dentro del trabajo estaba comprendida la observacion desmedida de feminas que variaban en razas, creencias y edades. Tsunami de minas. Sobre las 5pm el brigadista Guillermo viene hacia mi con una gran sonrisa y una bolsa cuyo contenido era de color verde. Alguien habia arrojado cannabis sativa al suelo y la Brigada la habia encontrado. Alegria. Esta saliendo el sol. Por la noche lo de todos los jueves. Piscis. Serafin. Psicodelico todo. Mi tarea, la de siempre: beber desmezuradamente y musicalizar el ambiente. A estas alturas era algo que me salia de forma natural. Una joven, la cual habia conocido hacia un mes atras en un avion, irrumpe en el recinto junto con otras amigas nordicas. 1 hora mas tarde, mientras Guillermo dormia en la Brigada, yo me dirigia hacia alli a bordo de un taxi con mi chica del avion y una amiga, la cual era desconocida para el joven brigada durmiente y viceversa. Despierto al camarada. No entendia nada. En menos de 20 minutos ambas yacian horizontales carentes de ropa en las recamaras de estos dos intrepidos personajes.