miércoles, 1 de diciembre de 2010

70 grados

Era Mayo. Hacia calor. Miranda me esperaba en canaletas. Me deslicé rápido por la calle Carders para luego caminar pasos largos al encuentro de mi bella amiga. Bebí unas birras de lata muy rápido hasta que nos dirigimos a encontrar al en ese entonces novio de mi amiga con el cual compartíamos una amistad musical que luego se expandiría a lo largo de los años. Llegamos al Bar Marsella. Estaba repleto. Hacia calor. Ahí dentro hacia mas calor. Los camareros como siempre irradiaban mala onda. Las mesas del lugar estaban ubicadas de modo circular. Salude a mi amigo Arnau. Pedí un absentha. Mi amigo/novio de mi amiga estaba con unos amigos de U.S.A. Intercambiamos algunas palabras hasta que la vi. Ella me vio. Nos vimos. Nuestros cuerpos se acercaron como si alguien los hubiera separado. Meses mas tarde ella me confesaría que no llevaba ropa interior y que su vagina se habia hidratado de manera fluvial en el mismo momento en que me vio. Esa noche me paso algo parecido, aunque no tan físico, sino mental.

No hay comentarios:

Publicar un comentario